¿Qué pasaría si las abejas desaparecieran?

Abeja

Albert Einstein, dijo: «Cuando se muera la última abeja, cuatro años después, desaparecerá la especie humana». Esa frase suena exagerada, de hecho, lo es, pero sin lugar a dudas cuando se muera la última abeja gran parte de la humanidad estará en riesgo.
Los científicos investigan desde hace años la desaparición de las abejas y han detectado más de una docena de factores negativos que inciden por separado o en conjunto (“efecto cocktail”). En esta sección que coordina David Fernández desde La Misterioteka, rescatamos uno de los temas que mas preocupan a apicultores, ecologistas y muchos sectores de la sociedad.

La progresiva desaparición de las abejas se debe a varios factores:
Insecticidas: dos recientes estudios publicados en la revista Science señalan que el uso extendido de los insecticidas neonicotinoides han afectado de forma negativa a las colonias de abejas y abejorros. Estos pesticidas, introducidos a principios de los años noventa del siglo pasado, se han generalizado para el control de plagas en los cultivos de todo el mundo. Productos químicos: diversos estudios han demostrado que algunas sustancias pueden afectar al sentido de la orientación, la memoria o el metabolismo de las abejas.

Nosema Ceranae: la presencia de este hongo en las colmenas mata a las abejas y favorece otros factores letales para estos insectos, como el ácaro parásito Varroa.

Parásitos: además del mencionado Varroa, otros parásitos, como un pequeño escarabajo que daña las colmenas, causarían más daños que hace décadas.

Contaminación del aire: reduce la potencia de los mensajes químicos que emiten las flores y a las abejas y otros insectos les cuesta más localizarlas. Sería un círculo vicioso: si no encuentran las flores no comen bien, mientras que las flores no se reproducen al no polinizarse.

Especies invasoras: abejas de otras regiones, como la africana o la asiática, se han introducido en Estados Unidos y Europa, respectivamente, y dañan a las especies autóctonas.

antena de telefonía
Las antenas de telefonía y el campo magnético que generan, podrían influir en el comportamiento de las abejas

Cambio climático: podría agravar la situación de varias formas, como la alteración en el tiempo de floración de las plantas o la cantidad y época de lluvias, que afectaría a la cantidad y calidad del néctar.

Campos electromagnéticos: las emisiones de postes eléctricos y de telefonía podrían confundir a las abejas.

 

 

Einstein dijo (o no y se le atribuye la frase) que “Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida“

¿SE HA ESTABILIZADO YA EL RITMO DE DESAPARICIÓN DE LAS ABEJAS?

Las abejas desaparecen en todo el mundo desde hace décadas y, en los últimos años, el ritmo se ha acelerado. La situación es mucho más grave que quedarse sin miel: la mayoría de los alimentos que consumimos, o muchas plantas que ofrecen servicios esenciales en los ecosistemas, no serían posibles sin la polinización de estos insectos. Es hora de cuidar a las abejas.

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE AMÉRICA EN EL TEMA DE LA DESAPARICIÓN DE ESTE INSECTO?
La nación norteamericana produce la mitad de las almendras que se consumen en el mundo, pero desde 2009 su producción se ha desplomado, como en el resto del planeta. Sin las abejas, encargadas de la polinización del cultivo, el almendro no florece; y en la última década, por la sinergia de varios factores catastróficos, tanto climáticos como sanitarios, se está produciendo una mutilación progresiva de la especie.
La ONU está preocupada. Teniendo en cuenta que un 75% de los cultivos del mundo dependen de la polinización de las abejas y otros insectos, no es de extrañar que el organismo encargado de la supervisión de la biodiversidad del planeta, el IPCC, fundado en 2012, instase a los expertos a documentar las causas científicas que las están matando. Los índices de mortandad de hasta el 15% se consideran normales, pero la media actual es del 30 por ciento llegando en las poblaciones más críticas al 80%.

David Fernández La misterioteka
David Fernández, coordina esta sección de ib magazine que se emite los domingos a las 11:40 horas en canal 4 radio

Viene de lejos, pero la noticia no salió del armario hasta que el lobby de la industria de las almendras en Estados Unidos empezó a airear el asunto. Estaban perdiendo millones de dólares y necesitaban a las abejas. Por eso ahora se paga el alquiler de una colmena a 150 dólares para la época de polinización, el doble de su valor. En España, el precio ronda los 80 euros de media.

 

 

En ocasiones, el fenómeno se ha tratado como un misterio. Comenzó a registrarse en 1999 y se conoce como síndrome de despoblación de colonias (CCD Colony Collapse Disorder), pero nada tiene que ver con la abducción.
David Fernández, experto en ciencia, evolución y misterio

La Misterioteka