El proyecto, realizado por la diseñadora de interiores Virginia Pérez, tenía como principal objetivo conseguir darle alma y la decoradora de los restaurantes de moda, lo ha logrado. Suculenta Port de Sóller está en el dique de La Marina Tramontana y es un edificio de dos plantas, así que mimetizarse con el paisaje fue una necesidad, el punto de partida sobre el que se apoya el desarrollo del concepto del proyecto. Virginia habla para IB Magazine y nos cuenta los detalles de este interesante proyecto, «un ejemplo de la utilización del verde en las alturas, como homenaje a la frondosidad de la Serra de Tramuntana, o el tono azul en las sillas, por estar al nivel del mar» indica.
Nada queda al azar en Suculenta Port de Sóller. A la iluminación se le ha dado un enfoque de movimiento energético. Formando un sistema de círculos concéntricos de cinco metros de diámetro el mayor, y con 63 led colgantes, las luces se reflejan en todas las cristaleras creando un impresionante movimiento. Todo ello envuelve al visitante y consigue que esa circularidad se transforme en acogida.
Virginia Pérez y su equipo se involucran al máximo en todos los diseños combinando formación y experiencia, para que cada proyecto sea diferente, novedoso, personalizado y a medida. Pérez busca el equilibro entre la estética, la funcionalidad y los factores estructurales de cada proyecto de interiorismo con el objetivo de satisfacer las necesidades de las personas que confían en sus ideas.
Con el resultado obtenido en Suculenta Port de Sóller, Virginia sigue creciendo como interiorista y por ello se mantiene a la vanguardia de las últimas tendencias y cualquier estímulo externo le sirve de inspiración.
Mi experiencia me ha permitido estar al frente de proyectos de diseño de índole muy diferente, desde el diseño de interiores de restaurantes, oficinas y hoteles, así como viviendas familiares y residencias particulares, apunta.
Para el equipo de Virginia Pérez el diseño de restaurantes es una disciplina compleja «porque para diseñar un restaurante que funcione no solo hay que saber de interiorismo, hay que comprender la hostelería y dominar el lenguaje que engancha emocionalmente a los clientes con la estrategia empresarial del restaurante. Entender el negocio es el primer factor a tener en cuenta antes de comenzar en el diseño de restaurantes».
En el diseño de restaurantes no solo reflejan la personalidad de una cocina con materiales y colores, también se hace con la distribución de sala, elementos decorativos, mobiliario, marketing sensorial… La distribución de espacios y funcionalidades se antoja fundamental a la hora de garantizar cierta intimidad a las mesas en sala. Si bien es cierto que hay un tipo de restaurante que no lo requiere, normalmente la intimidad de las mesas es uno de los atributos más valorados por los clientes y por tanto una cualidad de atención obligatoria en el diseño de restaurantes. En el caso de Suculenta Port de Sóller «la importancia de una buena decoración reside en buscar una conexión con la gastronomía, creando una experiencia completa que haga que el comensal se sienta deslumbrado no sólo por la comida, sino también por el espacio», indica.
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