Mientras conduces tienes que tener mil ojos en la carretera, y es que en las carreteras muy concurridas son frecuentes los frenazos, por ello desde Centres Mèdics Canovas os enseñamos cómo calcular la distancia de retención o frenada mientras conduces.
Cuando conducimos, nos enfrentamos a una variedad de situaciones que nos obligan a reducir la velocidad o detener el coche de manera imprevista, es por ello que debemos destacar la distancia de retención.
Nunca sabemos si se nos puede cruzar un animal, o se puede caer algún objeto del vehículo de delante o ha habido un accidente unos metros más adelante, por ello, debemos adelantarnos a lo que pueda suceder, y eso se solventa teniendo precaución y manteniendo la distancia de seguridad.
Mantener una distancia de seguridad adecuada se considera uno de los factores más importante, si no el que más, ya que nos permitirá reaccionar, frenar y detenernos sin sufrir ningún daño.
La distancia de seguridad mínima que hay que dejar respecto al vehículo que circula delante es de 100 metros que equivale a un intervalo de cuatro segundos.
Según un punto de vista más teórico, existe una regla que dice que debemos de dejar el número de metros equivalente a la mitad de la velocidad a la que estamos circulando. Es decir, si vamos a 120 km/h, debemos de dejar 60 metros de margen respecto al coche que nos precede.
La distancia de reacción es la que recorremos desde que tardamos en reaccionar ante un imprevisto hasta que pisamos el freno o giramos el volante. Se calcula que tardamos en reaccionar alrededor de 0,5 y 1 segundo, por lo que, ya dependerá de la velocidad a la que vayamos circulando el recorrer más o menos metros.
También influyen otros factores independientes a la vía o al tráfico, como cansancio del conductor, inexperiencia, edad, nivel de atención, etc.
Respecto a la distancia de frenado es aquella en la que después de haber reaccionado y haber pisado el freno, el coche sigue recorriendo metros hasta que se detiene por completo.
Otros factores externos al conductor como, el estado del vehículo (frenos, neumáticos, suspensiones, etc.), sistemas de seguridad activa, velocidad del vehículo, peso del conjunto (ocupantes, coche y carga), estado de la calza (superficie, baches, pendientes, curvas) y condiciones meteorológicas (nieve, lluvia, temperatura) influirán en esta distancia de retención la cual resulta de la suma de la distancia de reacción y la distancia de frenado. Por tanto, si vamos circulando a una alta velocidad la distancia de detención será mayor.
Imágenes: IB Magazine
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