¿Conocéis la serie Black Mirror? Además de recomendarla de forma superlativa, esta serie de ciencia ficción inspirada en un futuro cercano por basar sus capítulos en riesgos del abuso de la tecnología actual o que estamos a punto de estandarizar (como la IA, inteligencia artificial), cada día parecen más realidad. Y para muestra, un botón, el de la siguiente noticia en el que una compañía de seguros nos obliga a estar controlados por ellos 24/7. ¿Ventaja o terror?
¿Quieres un seguro de vida? Pues monitorizo tu vida
Y esto es lo que está ocurriendo ya en la vida real. John Hancock, una de las aseguradoras más grandes de EEUU, obligará a sus clientes a llevar un Apple Watch, un Fitbit o pulseras cuantificadoras similares las 24 horas del día para hacerles un seguro de vida. Esto ya se está trasladando a otros países, como Reino Unido, y los datos recogidos cambiaran la cobertura del seguro de cada cliente. El razonamiento es que a más actividad física más probabilidades hay de que tu vida sea longeva y con mejor salud, con lo que pagarás más años de seguro y serás «más rentable».
Además, los asegurados recibirán descuentos por alcanzar objetivos de ejercicios, como los que marca la aplicación deportiva del Apple Watch.
El modelo parece muy lógico, incita a los clientes a llevar una vida saludable que repercutirá en bienestar y longevidad, teóricamente.
Pero (sí, siempre hay un «pero»): ¿Se usarán estos datos sólo y exclusivamente para analizar el estado físico del cliente? La actividad de millones de personas es información muy jugosa para muchos sectores del consumo. Por otro lado, ¿cómo se puede evitar que la aseguradora no seleccione sólo a aquellos clientes que le sean más rentables? ¿Cómo se demuestra que hay un trato justo para todos los posibles clientes?
Además, falsear los datos en estos dispositivos es muy muy fácil. Perfectamente le puedes dejar tu reloj tus amigos deportistas, y la seguridad e integridad informática de los datos no suele ser muy difícil de hackear por un usuario experto, con lo que la realidad de los datos aportados no tienen porque ser los reales.
Y, como decíamos antes, ¿no les parece esto un episodio de Black Mirror?
Y dos micronoticias más
Hablando de Black Mirror…
La famosa serie británica que cada capítulo nos muestra un sesgo tecnológico y las consecuencias que podrían traer (casi siempre negativas) va a emitir en Netflix un episodio que emulará los populares libros ochenteros «Elige tu propia aventura» (que a mí personalmente me tenían atrapado en aquellos años) y el espectador podrá elegir el camino a seguir en la serie para llegar a un final diferente según tus decisiones.
Ya se hizo con «El gato con botas», un corto juvenil de dibujos basado en el famoso gato que apareció en las películas de Shrek con este mismo sistema y en la misma plataforma, y tenía su gracia.
A final de año y con los enrevesados guiones de Black Mirror, pongo mi hype al máximo.
Por fin la unión europea da luz verde al IVA reducido o nulo en e-books
Siempre me ha indignado que un e-book, que no se imprime ni se distribuye tuviera el mismo precio que la versión impresa. Las ventajas intrínsecas del medio no se veían compensadas con el precio desorbitado para el ahorro que supone para las editoriales vender en este formato.
Pues la Unión Europea a comunicado en el que se aprueba el aplicar un IVA superreducido y en España pasan estas publicaciones del 21% al 4% de IVA.
A ver si por fin empieza a valer la pena comprar en este formato (y confiemos que las editoriales no aprovechen para subir el precio).
Xisco Luque, gerente XLworks, programador, experto en actualidad tecnológica de IB Magazine
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