El restaurante Suculenta Port de Sóller abre en la Marina Tramontana. Javier Bermudo, cuyo maestro fue Joan Roca, enciende los fogones de este restaurante bajo la asesoría gastronómica de Cristina Pérez, de Fórmula Schwaiger, para ofrecer una cocina casera, de producto cercano y con una elaboración que evoca el regreso al origen de la vida, al fuego y a la leña.
La carta de Suculenta Port de Sóller la marca el género fresco del día, la materia prima del mercado y de la lonja. Para Javier Bermudo, “el producto local, como el cap roig o la gamba de Sóller, son básicos en la cocina de Suculenta”. Con la privilegiada panorámica de la Serra y el mar, este lugar se ha convertido en el rincón donde se citan locales y visitantes.
Suculenta es la última parada justo antes del mar, el punto más lejano de la tierra y el más cercano al infinito. Lo revela el atardecer desde El Mirador, su rooftop, una imagen salvaje y majestuosa en el único puerto de la costa oeste de Mallorca.
Si no has estado en Suculenta es que no has estado en Sóller
Virginia Pérez se hace cargo del interiorismo de este edificio de dos plantas que planteó como una prolongación del paisaje. Verdes en la altura, como homenaje a la frondosidad de la Serra de Tramuntana y el tono azul en la base, al nivel del mar.
Suculenta Port de Sóller dispone de tres espacios: el restaurante, El Mirador y La Base, el chiringuito para cualquier momento del día.