La galería Pep Llabrés se convirtió en el punto de encuentro de caras conocidas que no quisieron perderse la presentacion del proyecto La sonrisa de la calavera, un libro divertimento de Andrés Planas y Juan Rabell.
El punto de partida es la afición coleccionista del cirujano Rabell, quien archivaba artículos, fotos y reproducciones de cráneos encuadernadas en gran formato haciéndose con una gran muestra. Planas cambio el bisturí de quirófano por la brocha transformando los cráneos en una obra de arte, éstos se exhibieron junto a 25 páginas sueltas. El proyecto, de fuerte carga simbólica, lo completa un texto del crítico y comisario Carlos Jover.
Una pasión de más de una década que tomó forma cuando pegó en un álbum dichas imágenes en formato collage de tamaño A-3. «Escaneamos los cuadernos y me puse a pintar», explica Andrés. «En parte ha sido como convertir lo pornográfico, esto es, lo evidente de los cráneos, en erotismo porque los he dotado de una nueva piel, me ha encantado esta intervención casi quirúrgica», indica Planas.