«Hemos encontrado una fórmula para regular los vehículos en Formentera basándonos en las competencias de mobilidad sostenible», «es una apuesta valiente y decidida desde un punto de vista ecológico y ambiental», así valoraba la presidenta de Illes Balears Francina Armengol, la normativa que limitará la entrada de vehículos a Formentera.
Una normativa que nace de un largo debate y cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos de la isla y que empezará a aplicarse a mediados del año 2019
Mallorca ya ha ensayado restricciones de tráfico para combatir la saturación turística, aunque a menor escala. El pasado verano se restringió a solo 35 al día el acceso de autocares a sa Calobra. Y a partir de este año se vetará el acceso de vehículos particulares a Formentor, que contará con un servicio de autobuses lanzadera. El Consell de Mallorca descarta seguir el ejemplo de Formentera y no prevé vetar la entrada de vehículos
Es interesante el debate que este tema está generando entre la población residente que pide soluciones a la masificación de vehículos que vive nuestra comunidad durante la época estival y que viene dada sobre todo por los vehículos de alquiler y de la intensificación del desplazamiento de los trabajadores de la isla a su puesto de trabajo.
Tomeu Amengual, Master en Turismo y Sosteniblilidad, ha realizado un estudio como proyecto de fin de carrera en el que pretende mejorar la percepción de la actividad turística reduciendo las repercusiones negativas que recaen directamente en los residentes.
Tomeu avanza a ibmagazine que el aumento de tráfico en verano es una gran evidencia, por ejemplo, la carretera que une Palma-Manacor (Ma-15) soporta más de 100 millones de desplazamientos durante los meses que van de julio a septiembre, según últimos datos del Consell de Mallorca. Y la tendencia es de un incremento mínimo del 25% anual.
La propuesta de Amengual es innovadora y no se centra en la reducción del turismo en si, ya que hasta que no tengamos otra vía fuerte de ingresos está claro que debemos seguir conservando y cuidando la actividad turística, indica. Tomeu, propone la limitación de los vehículos introduciendo herramientas por parte de los gestores públicos para solucionar lo que en economía se llama falla de mercado (situaciones en las que el mercado por si solo no funciona y se debe introducir alguna herramienta para solucionar o minimizar las partes negativas que el mercado no es capaz de solucionar por si mismo).
Amengual, tanto por su trabajo como por estudios, tiene su vida ligada al turismo y ha visto en primera persona los problemas y las quejas que llegan por parte del residente (muchas veces con razón y otras veces poco razonables). Es por todo ello que ha desarrollado dos lineas de actuación para solucionar de lleno este problema y conseguir que los residentes tengan mejor percepción del turismo.
La primera línea de actuación se centra el la incorporación de una tasa para los vehículos de alquiler, que deberían pagar 1€ diario por plaza, es decir una moto pagaría un máximo de 2€ diarios y un turismo convencional un máximo de 5€, tasa que deberían recaudar las empresas de rent a car y que podría suponer una recaudación de 30 millones de euros, partida que se utilizaría en acciones como la creación de parkings públicos con buenas conexiones con el transporte público y cerca de los BIC más relevantes, entrada gratuita a los parques y reservas naturales, incremento de la red de recarga de vehículos eléctricos, etc …
La segunda linea de actuación se centra en la restricción del acceso de los vehículos de alquiler en diferentes zonas del casco urbano de Palma creando parkings alternativos y promocionando el transporte público.
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