La Patrona de Pollença son las fiestas más esperadas por els pollençins. Esta tarde de jeuves, en el inicio de los actos festivos, se ha vivido un capítulo que ha indignado a la mayoría de residentes y visitantes. El paseo de una imagen de la Patrona en un improvisado trono, flanqueado por latas de cerveza y abriéndose paso entre los presentes a golpe de cencerro. Una actitud irreverente que no ha tardado en difundirse en las redes sociales.
Puestos en contacto con varios vecinos de Pollença, éstos mostraban su indignación ante una imagen venerada como es la Mare de Dèu dels Àngels, imagen que ha sido paseada por algunas calles de la localidad por un grupo de jóvenes que, cepillo en mano, con cuatro tablas de madera y un pack de latas de cervezas han querido hacer una gracia que ha despertado más las iras que las sonrisas, entre els pollençins presentes.
Recordemos que les festes de la Patrona de Pollença, la Mare de Dèu dels Àngels, son una celebración civico-religiosa de origen muy antiguo que, gracias a la incorporación, ya en el siglo XIX, del simulacro de una de las batallas que sufrieron los pollencins contra 1.500 moros en el siglo XVI al programa de fiestas -entre otras actividades principales- ha convertido el acontecimiento en un reclamo turístico muy concurrido y de primer orden que congrega a todo el pueblo. El día 2 de agosto Pollença se viste de blanco y de colores, para recibir a su virgen y para defender a su pueblo del ataque enemigo.
Desde 1970 las fiestas empiezan con el tradicional pregón, que es leído en el Claustre de Sant Domingo. De entre los actos cívicos destaca la tradicional alborada, que fue interpretada en 1882 por primera vez y cuyo autor es Nicolás de Castro.
La danza de los “cossiers” se ha convertido en uno de los actos importantes de la Patrona desde que en 1981 fueron recuperados -71 años después de su desaparición- y, además, fueron incorporados a estas fiestas ya que antes bailaban por Sant Pere.
El Simulacro de Moros y Cristianos se ha convertido con el paso del tiempo en el acto más importante y característico de la Patrona. Básicamente, se trata de la conmemoración de la victoria de els pollençins (cristianos) sobre los corsarios (moros) de Dragut, que la noche del 30 al 31 de mayo de 1550 atacaron la villa de Pollença. La primera noticia del simulacro data de 1860, aunque podría haber empezado unos años antes.