La obra de Ernesto Rodríguez evoca un diálogo profundo e introspectivo entre el ser humano, su alma y el paso del tiempo. Explora la capacidad del cuerpo como mediador entre lo espiritual y lo tangible, y especialmente, la delgada frontera entre ambos. Ernesto aprovecha magistralmente la plasticidad de la cerámica para representar las discrepancias idiomáticas entre el alma y la carne. A través de sus figuras, el observador puede percibir aquellos aspectos del espíritu que el cuerpo, el lenguaje o la gestualidad no pueden o no quieren compartir. La cerámica se convierte en un elemento catártico que conecta al observador con las partes más primarias del ser humano.
El Casal Melis Cursach de Capdepera acoge Evolución, una exposición del escultor cubano afincado en Mallorca, Ernesto Rodríguez.
El barro tiene un componente ancestral; la factura de la arcilla está profundamente ligada al espíritu humano, y como tal, tiene una capacidad visceral para trasmitir esas emociones al igual que lo hacen otras expresiones artísticas no verbales, como la danza o la música. Tiene un lenguaje propio, con sus códigos, su gramática, su magia y sus limitaciones. Desde la vulnerabilidad inherente a la condición humana hasta el temor a lo desconocido y a la muerte, la textura y las formas de la cerámica pueden transmitir sensaciones de fragilidad y fortaleza, e invitar al espectador a confrontar sus propios temores y a reflexionar sobre su relación con ellos. Al experimentar estas emociones universales a través del arte, se establece una conexión liberadora que ofrece sanación y transformación.
La muestra ofrece un recorrido por diferentes etapas creativas del artista, con obras que abarcan desde hace quince años hasta producciones recientes.

En EVOLUCIÓN, se observa una transición desde la recreación en la individualidad hacia la indagación en lo colectivo. El hedonismo palpable en sus estudios anatómicos da paso a cientos de pequeñas figuras que se combinan para trasmitir una infinidad de sentimientos, caóticos, desordenados, pero a la vez harmonizados por la colectividad. Un salto del “Angst” del individuo a la profunda complejidad emocional de la comunidad, que trasciende la mera expresión personal para abordar cuestiones más amplias relacionadas con la experiencia humana compartida.
EVOLUCIÓN – Casal Melis Cursach
C/ Centre,9 – Capdepera