El eclipse que se registró el viernes 27 de julio, tiñó de rojo nuestro satélite, convirtiéndolo en una Luna de Sangre. El espectáculo duró 1 hora, 42 minutos y 57 segundos. Según la NASA, no tendremos un eclipse lunar de tanta duración hasta el año 2123. Un fenómeno que hemos querido analizar en esta nueva entrega de La Misterioteka de IB Magazine.
El eclipse de Luna de Sangre (incluida la fase de penumbra) comenzó a las 17:14 horas GMT (12:14 p.m. en el Perú) y concluyó a las 23:28 horas GMT (6:28 p.m. en el Perú).
¿POR QUÉ LA LUNA SE TIÑE DE ROJO O DE “SANGRE”?
Los eclipses lunares ocurren cuando el satélite terrestre pasa por la sombra de la Tierra, lo que no sucede todos los meses, porque la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la de la Tierra-Sol (eclíptica).
El color rojizo que adopta la Luna, por lo cual el fenómeno recibe el nombre de eclipse de luna de sangre, se explica por el hecho de que la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz solar hacia el interior del cono de sombra, y la Luna puede reflejarlos.
La atmósfera de la Tierra, que se extiende unos 80 kilómetros más allá del diámetro de nuestro planeta, actúa como una lente que desvía la luz del Sol.
Según determinadas condiciones atmosféricas, y especialmente la contaminación, la Luna podrá adquirir un gris rojizo muy oscuro, o teñirse de un rojo más intenso si no hay partículas en la atmósfera.
¿QUÉ ES LA UMBRA Y LA PENUMBRA?
La umbra (f. ant. de sombra) es la parte más oscura de una sombra, donde la fuente de luz es completamente bloqueada por un cuerpo opaco. Un observador situado en la umbra experimenta un eclipse total. … La distancia entre la Luna y la punta de la umbra es casi idéntica a la que hay entre la Luna y la Tierra.
La penumbra, sin embargo, es cuando la luna está completamente tapada y adquiere ese tono rojizo
Un eclipse se produce cuando un planeta o una luna se interpone en el camino de la luz del Sol y, durante un eclipse lunar, la Tierra impide que la luz del astro llegue hasta el satélite, lo que provoca que por la noche la luna llena desaparezca por
completo, a medida que la sombra de la Tierra la cubre, explicó la NASA en su web.
La tonalidad rojiza de la Luna, un fenómeno conocido popularmente como Luna de Sangre, es consecuencia del comportamiento de la atmósfera terrestre frente a los rayos solares. Esta capa de la Tierra, que actúa como una lente, desvía todos los componentes de la luz del Sol, excepto la rojiza, que sufre «un menor desvío» y tiñe la faz de la Luna.
¿DÓNDE PUDO OBSERVARSE CON CLARIDAD EL FENÓMENO?
El lugar más propicio en América para ver a simple vista el eclipse fue el litoral de Sudamérica sobre el Atlántico. El eclipse lunar fue mejor apreciado en el oeste de África y en el sudoeste de Europa, que tuvieron la oportunidad de testimoniar todo el fenómeno y desde donde, según los servicios meteorológicos, se lograron las mejores imágenes. Aunque Sudamérica fue también un lugar propicio para ver gran parte del eclipse que no se repetirá hasta unos cien años.
En Brasil, muchas personas corrieron en masa a las principales playas del país al comienzo de la noche para observar el eclipse lunar.
En el litoral brasileño no fue posible ver el momento en que la sombra de la Tierra comenzó a cubrir su satélite, hacia las 19:30 GMT (2:30 p.m., en el Perú), pero sí la luna llena ya eclipsada y toda la fase en que la sombra fue desapareciendo desde abajo hacia arriba, hasta dejar el astro totalmente lleno y nuevamente brillando.
Desde Brasil también fue posible observar Júpiter, Saturno y Venus sin la ayuda de telescopios, aunque tales planetas solo los pudieron identificar los expertos en el asunto.
En Argentina, las nubes impidieron que el eclipse lunar se viese en la mayor parte del país.
La llamada Luna de Sangre, apareció en la ciudad costera de Necochea (Buenos Aires), una suerte que no tuvieron en la capital, cuyo Planetario canceló el evento que había programado para que los porteños disfrutaran del eclipse.
¿HUBO OTRO FENÓMENO SIMULTÁNEO?
Marte orbita en torno al Sol del mismo modo que nuestro planeta Tierra, aunque a una distancia y velocidad distintas. Aproximadamente cada dos años, Marte y el Sol quedan alineados con la Tierra entre ellos, una coincidencia que recibe el nombre de oposición de Marte.
Es en ese momento cuando el planeta rojo, visto desde la Tierra, se sitúa justo opuesto al Sol de modo que puede verse durante toda la noche, y además se encuentra a la distancia más corta posible de nosotros. No todas las oposiciones de Marte son igual de espectaculares.
Esto es porque las órbitas de los planetas en torno al Sol no son exactamente circulares, sino algo elípticas. Así que si el alineamiento coincide con la Tierra cerca del afelio (más alejada del Sol) y Marte cerca de su perihelio (más cerca del Sol), el planeta exterior se encontrará todavía más cercano a nosotros. Esto mismo, una oposición perihélica de Marte, es lo que sucedió en el año 2003 y se vuelve a poder observar este 2018. La oposición de Marte será la noche del 27 de julio, aunque el momento en el que se situará más cerca de la Tierra será tres noches más tarde, cuando tendremos a Marte a menos de 58 millones de quilómetros (en comparación, en la oposición de 2003 llegó a menos de 56 millones de quilómetros). El máximo acercamiento no coincide exactamente con la oposición por el mismo motivo que decíamos antes: la forma elíptica de las órbitas de los planetas.
David Fernández, experto en ciencia evolución y misterio, autor de La Misterioteka
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