Pómulos con buena definición

La Doctora Carrasco comenta en este programa que resaltar los pómulos no es una técnica novedosa. Ya en los años 70 algunas mujeres, solicitaban a sus dentistas que les extrajesen las últimas muelas de sus maxilares superiores para conseguir unos pómulos más prominentes. Hoy, afortunadamente, los métodos han cambiado. Lo más demandado a nivel quirúrgico es: el aumento de pómulos entre las personas que tienen el hueso malar (el que está al nivel de los pómulos) poco desarrollado. En estos casos, lo habitual es colocar un implante semirrígido por delante del pómulo para aumentar su proyección.
Existe una amplia gama de formas y tamaños para que se ajusten a las características faciales de la paciente. No deja cicatrices visibles ya que la operación se realiza mediante una incisión por dentro de la boca, entre el labio superior y la encía, donde se coloca la prótesis.
Pero también se puede buscar una reducción. La intervención es similar pero en lugar de colocar la prótesis, lo que se hace es fresar el pómulo, reduciendo su proyección y manteniendo la forma. Se requiere anestesia local y no precisa hospitalización. Los resultados no son visibles hasta los quince días y durante ese tiempo es normal sentir en la zona cierta inflamación.


La Dra. Carrasco explica que tampoco es imprescindible pasar por el quirófano para conseguir unas mejillas “pellizcables”. Actualmente en Medicina Estética se utilizan otras técnicas que son igualmente eficaces, aunque no definitivas. Las infiltraciones del ácido hialurónico, por ejemplo, han supuesto una verdadera revolución a la hora de redefinir el perfil. Es un activo inyectable que atrae y retiene el agua y sirve para rellenar arrugas y dar más luminosidad a la piel. Lo recomiendo por tres razones: su seguridad, el hecho de que al ser reabsorbible se precisen varias sesiones y se ve gradualmente la mejor.
Otra opción es utilizar como material de relleno grasa del propio paciente, consiguiendo un efecto rejuvenecedor. También se puede aumentar la proyección de los pómulos con la infiltración de endoprótesis, materiales que se rodean por una membrana construida por el propio organismo, creando así una verdadera prótesis.


Por último la llegada de nuevas tecnologías como el Hifu (Ultrasonidos focalizados de alta potencia) y el Onix (radiofrecuencia mono y bipolar) consigue redefinir el pómulo y tratan la bola de Bichat para obtener un pómulo más bonito y marcado. Reduciendo grasa facial, remodelando la estructura facial y consiguiendo un rejuvenecimiento facial que da mucha satisfacción a los pacientes.
Desde la Clínica de Medicina Estética Borne 15 la Doctora Carrasco apuesta por tecnología que redefine el pómulo y se consiguen resultados desde la primera sesión.

Clínica de Medicina Estética Borne 15
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Escucha PODCAST de esta sección de medicina estética que coordina la Doctora Marisol Carrasco.