El gobierno de California instaló en Los Ángeles una aldea de casas prefabricadas, como parte de una iniciativa para ayudar a personas sin hogar a encaminar sus vidas.
Todas ellas están equipada con dos camas y estantes, como así también aire acondicionado y calefacción. Los sanitarios y las duchas son compartidos. Además, hay lavadoras y largas mesas para compartir la comida o cena.
Los residentes también tienen acceso a atención médica y terapia y se les proporcionan tres comidas al día.
El espacio está vigilado las 24 horas y, aunque los residentes no pueden quedarse con las llaves de sus casas, sí pueden bloquear el acceso desde el interior.
Cada persona que llega, inicia un proceso que comienza con «una ducha muy caliente, una comida excelente y luego la elaboración de un plan objetivo» para ayudar al nuevo residente a salir de su situación precaria, indican desde la ONG que coordina este proyecto.
El alojamiento dura tres meses, un plazo renovable hasta que el residente encuentre una vivienda permanente.