Adiós a Arturo Segade, el gran anfitrión de la noche de Palma

El conocido maitre y jefe de sala Arturo Segade ha fallecido esta mañana de jueves en Ciudad Real pocos días después de cumplir 78 años. Arturo fue la definición perfecta de un hombre de la noche hecho a sí mismo a base de trabajo, entrega e intuición con el cliente que salía a divertirse. Con el humor que siempre le ha caracterizado, el desaparecido jefe de sala gustaba de subrayar que era manchego, como ‘la Montiel’. Bromas suyas aparte, Arturo fue un ejemplo de entrega y dedicación al negocio de la noche de Palma, la ciudad en la que vivió, creció y aprendió el oficio en toda su dureza, comenzando desde los primeros trabajos en Los Gauchos,  Clan en es Jonquet para continuar hasta su jubilación en Tito’s.

Entre las muchas personalidades que pasaban sus veranos en Mallorca destacan la baronesa Thyssen-Bornemisza y su hijo Borja que siempre visitaban a Arturo en la discoteca Tito’s.

Dias antes de su jubilación me decía…»han sido muchas, muchas horas de trabajo, donde para mí, toda la persona que ha traspasado el escalón o salía de la puerta del ascensor de Tito’s era recibido como el mejor de los clientes. He vivido enamorado de Mallorca y todavía estoy enamorado, pero toca retirarme a mi aldea«.  Su aldea y sus vecinos están en Cristo del Espíritu Santo una pedanía del municipio de Malagón, en Ciudad Real, en la que residen poco más de 150 personas.

Arturo Segade ,en el centro de la foto, junto a uno de sus equipos de barras de Titos Palma. Foto  Tillate / Tito’s

Arturo Segade ha sido una persona carismática como pocas, llegó a Palma a principios de los años 70, cuando la ciudad estaba a punto de vivir la etapa más divertida y canalla. Tras pasar unos años como marinero en la Armada Española recaló en el puerto de Palma y aquí empezó su trayectoria, primero como camarero en el desaparecido Hotel Bahía Palace del Passeig Maritim para luego implicarse en la organización de equipos de sala o atendiendo a las personalidades que reservaban las primeras zonas VIPS de las discotecas.

La noche con Arturo fue luminosa y delirante. Palma tuvo un gran anfitrión en gran medida gracias a el.

Arturo fue un ejemplo de entrega y dedicación al negocio de la noche de Palma, la ciudad en la que vivió, creció y aprendió el oficio en toda su dureza.

Los últimos años se retiró de la escena nocturna y cambio el ruido de la sala por la paz y tranquilidad de una aldea en Castilla-La Mancha. Después llegaría una enfermedad larga y dolorosa que le dejó muy débil. Quienes le conocimos, quienes le quisimos, siempre le recordaremos. Arturo, descansa en paz. Todo mi cariño a su compañero de vida Oscar Ferrá, a su familia y amigos.