La movilización de Alerta Roja, tiene como objetivo «instar a las Administraciones Públicas a tomar medidas urgentes para garantizar la supervivencia del sector, y crear de forma inmediata una gran mesa de trabajo donde se empiecen a construir unas bases firmes, sólidas y duraderas” que permitan la subsistencia de la actividad escénica.
El sector necesita de una reglamentación homogeneizada, específica y adaptada a las especiales circunstancias y particularidades en las que se desarrolla, permitiendo a todos los implicados disponer de seguridad jurídica, teniendo en cuenta todas las disciplinas, apuntan desde Alerta Roja.
Ha sido la reivindicación de la profesionalidad de un sector y un entorno que ha demostrado ser de los más seguros en esta crisis sanitaria, y que aún así ha sido vetada y cancelada en muchas ocasiones. Una reivindicación hecha con la esencia que caracteriza a este sector: los espectáculos y los eventos son creativos, innovadores, diferentes, interpretativos, crean emociones; y a la vez son responsables, indicaban los organizadores.
Entre los cerca de medio millar de personas allí presentes se encontraban rostros conocidos del ámbito de la música, el espectáculo y las artes escénicas, como el cantante y compositor Tomeu Penya, el compositor menorquín Cris Juanico (ambos de manera virtual), el humorista Agustín El Casta, el actor Joan Carles Bestard, la promotora Ana Espina, de Fonart; Pere Bestard y Joana Pol del grupo Donallop, o los actores Simón Matías, Lucía Sánchez y Joana Maria Peralta.
El acto estuvo coordinado brillantemente por la mesa de organización integrada por profesionales de diferentes ámbitos de la cultura entre los que destacan Miki Jaume, Joan Biel Serra, Ángel Pujol y Aitor Jimeno. Cabe destacar la ausencia generalizada en la convocatoria de autoridades locales, insulares y autonómicas así como de responsables de espacios culturales públicos, que demostraron con su gesto la poca sensibilidad hacia un sector necesitado de soluciones y propuestas con carácter de urgencia.