MWC (Mobile World Congress) y más tecnología

Traemos un aluvión de noticias tecnológicas, dominadas por el mediático MWC de Barcelona, aunque aconsejo no perderse nuestra recopilación de noticias al completo.

GALAXY QUEST, app española que ha ganado el hackathon de la mismísima NASA

La NASA organiza su hackatón anualmente,  el Space Apps, durante un fin de semana de octubre. En un par de días, miles de participantes se reúnen en distintas ciudades e intentan idear una aplicación que solucione alguno de los desafíos propuestos. En el caso del equipo español «Pillars of Creation», se optó por ‘On the shoulders of giants’ cuya temática era crear un juego que utilizase imágenes del Hubble como uno de los componentes principales.

Una batalla que se inició en la Space App Madrid, a la que se presentaron Almudena Martín, Iñaki Úcar y Rosa Narváez.

Durante el fin de semana de la final, al equipo se unió Jose Luis Martin-Oar y Juan Martinez. Entre los cinco desarrollaron ‘Galaxy Quest’, un juego de exploración espacial que utiliza gamificación para que los usuarios ayuden a procesar los datos del Hubble. El telescopio espacial genera hasta 844 gigabytes de información en imágenes cada mes y es solo uno de los múltiples satélites que orbitan alrededor de la Tierra. A medida que la tecnología óptica espacial evoluciona, hay más cantidad de datos por clasificar.

A través de la página oficial de Space Apps se anunciaron los múltiples finalistas, entre los que ganó como ‘Best use of Science’ el proyecto español ‘Pillars of Creation’. Tanto la organización del proyecto como un prototipo del juego pueden verse en GitHub, servicio web donde se alojan todos los proyectos participantes.

La solución aportada por Galaxy Quest es ayudar a identificar elementos que requieren del ojo humano para su clasificación y ayudar a las redes neurales a mejorar la automatización en el futuro. Un juego con misiones cortas de 5 a 10 minutos, con un estilo desenfadado orientado a usuarios de unos 15 o 16 años y con un sistema de gamificación que premia con rangos y mayor dificultad a quienes vayan descubriendo más galaxias.

«La clave es que nos curramos mucho la presentación. Sobre todo en un punto fuerte como es el concepto de ciencia ciudadana. Buscábamos una aplicación útil, para que los usuarios se diviertan y utilicen su tiempo en ayudar a clasificar los datos de la NASA», explica Almudena Martín.

El próximo Space Apps Challenge se celebra en octubre de 2019 y los miembros de ‘Pillars of Creation’ animan a asistir. «Más que el premio, animo a la gente a asistir. Me sorprende lo poco visibles que son estos eventos tecnológicos», nos comenta Almudena. Y es que si no fuera por el aviso de Rosa Narváez no habrían asistido, ya que para ellos fue el primer hackatón.

Un proyecto que ha supuesto una sorpresa para el equipo español pero donde no hay recompensa económica. Aún así, como explica Iñaki: «Supuestamente, nos invitan a visitar las instalaciones del Kennedy Space Center en Florida, pero todavía no tenemos información al respecto. En ediciones pasadas, por ejemplo, los han invitado a presenciar un lanzamiento».

Una planta solar espacial, ¿es posible?

Solar power satellite sandwich

Si la semana pasada hablábamos de la nueva conocida como Gran Muralla China, la mayor planta solar en tamaño y producción voltaica creada en el desierto de Tengger. Pero China no se quiere quedar aquí, y preparan un proyecto que nos hace sentirnos en una obra de ciencia ficción.

La solar es una fuente de energía que cada vez es más habitual y económica, y no es de extrañar que se busquen soluciones para que aún cunda más aprovecharla. Pero lo que parece que se plantean en China es algo estratosférico casi literalmente, ya que se habla de una estación solar en el espacio.

Una instalación fotovoltaica que capturaría la energía solar in situ para enviarla a la Tierra, de modo que las nubes no serían un problema o una primera barrera a superar en la captura. Una estación que sería pionera de hacerse realidad y cumplir plazos.

La idea es además que, una vez encontrada la manera de transmitir la energía de manera eficiente y certera, que pueda ser además algo así como una estación de servicio espacial, pudiendo suministrar energía a vehículos espaciales.

El plazo que barajan tampoco es que sea demasiado largo, con la idea de lanzar una instalación de prueba en 2025, con planes de lanzar otra mayor en 2050. Veremos si el plazo se cumple y si tal y como parecen plantear la energía obtenida en el espacio puede usarse como la que se obtiene en las estaciones terrestres, aunque según veíamos en el estudio estadounidense sería bastante más caro y las condiciones climáticas supondrían un problema igualmente para la transmisión por láser.

¿Tienes 130.000 €? Puedes comprarte una moto voladora

¡Han llegado las motos voladoras! La Policía de Dubái ya está integrando esta aeronave en sus filas para poder vigilar y atrapar con rapidez a los delincuentes. Los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad de esa ciudad están practicando desde hace meses con este vehículo.

Ahora, la empresa Hoversurf que fabrica este Vehículo de Movilidad Personal aéreo ofrece la posibilidad de comprar la Hoverbike Scorpion 3 al más común de los mortales, siempre que tengas algo de calderilla en los bolsillos.

La Hoverbike Scorpion 3 puede ir a una velocidad máxima de 96 km/h (limitada así por la ley en Estados Unidos en la que se han basado). Su altitud de vuelo, por seguridad, no debe superar los 5 metros sobre el suelo, así que tampoco es que por el momento tenga demasiadas ventajas con respecto a un vehículo terrestre convencional.

El peso que tienen que elevar sus cuatro rotores es de 114 kg y su chasis está fabricado con fibra de carbono para ser lo más ligero posible (en versiones anteriores utilizaba el aluminio). Con las hélices plegadas cabe por el arco de la puerta de tu casa y puede aterrizar con precisión en una plaza de garaje de un aparcamiento.

El precio de este juguete volador es de 132.559 euros (150.000 dólares). Para realizar la reserva hay que depositar el 15% del total, es decir, 13.255 euros (15.000 dólares). El coste de la entrega no está incluido y dependerá de la localización final y el plazo desde es de entre 2 a 6 meses.

Y si te parecía poco el dinero que hay que soltar, junto a la compra de este objeto de deseo es obligatorio hacer un curso de entrenamiento de tres días que cuesta 8.837 euros (10.000 dólares). Al menos a cambio te dan un traje de piloto.

MWC 2019 (Mobile World Congress de Barcelona)

Acaba de finalizar la semana grande mundial del smartphone y de los dispositivos mobile (siempre con Apple al margen, que como sabemos, va por su cuenta).

Igual que otros años nos hemos quejado de presentaciones aburridas, productos cuya única novedad era el más grande, más velocidad, más cámaras… sin aportar novedades reales, este año ha sido mucho más movido y novedoso, con un producto destacado por encima de todos: las pantallas flexibles.

Y es que dos marcas han presentado modelos con pantallas plegables: Samsung con Galaxy Fold su y Huawei con su Mate X.

Ambos son smartphones que se despliegan a partir de unas muy interesantes bisagras y la pantalla duplica su tamaño, ocupando un tamaño aproximado de una tablet no muy grande (más pequeña que el iPad de 9,7″ y casi cuadrada). Han tomado dos filosofías muy diferentes. Samsung ha ocultado la pantalla en el interior de dos cuerpos de smartphone, con dos baterías, y con una tercera pantalla pequeña exterior para cuando el smartphone está cerrado. Muy grueso (algo menos que llevar dos smartphones actuales en el bolsillo) pero la pantalla grande queda oculta y protegida cuando no se está usando.

Huawei ha optado por una solución, en nuestra opinión, mucho más elegante y atractiva. La pantalla envuelve al smartphone por la parte exterior, quedando media apagada (la correspondiente a la parte trasera) cuando está en formato smartphone, extendiendo la parte trasera para formar la pantalla tipo tablet. A nivel estético y de diseño, es muy superior a Samsung, aunque tenemos dudas de la fragilidad de las pantallas, y pensar en este smartphone compartiendo bolsillo con una moneda que no nos hayamos percatado que la llevamos, me duele solo imaginarlo.

Estas dos marcas han destacado al traer al congreso modelos reales y funcionales. Eso sí, también tienen otro record destacado: son los teléfonos más caros de la historia: 1.980 € para Samsung y 2.299 €.

Otros productos destacados:

Nubia Alpha

Un hibrido entre smartwatch y smartphone, lo que han llamado ello un «wearable phone», que lleva una pantalla flexible que rodea nuestra muñeca, más unos estrafalarios soportes a su alrededor donde posiciona botones, ruedas y cámaras. Este «engendro» también incorpora una de las novedades que queremos destacar en este MWC.

TOF 3D

Algunos fabricantes han incorporado este sistema que viene a cambiar las forma de interactuar con nuestro dispositivo. TOF son las siglas de Time of Flight, tiempo de vuelo, y consiste en una cámara que , tal y como hacía la denostada Kinect de XBOX, funcionan de forma parecida al sonar de un submarino y pueden hacer representaciones virtuales 3D de lo que se posiciona delante suyo. Esto sirve para que podamos realizar gestos con la mano sin tocar el smartphone ni su pantalla y podamos interactuar con ciertos elementos, por ejemplo para pasar página en un libro, hacer scroll en un sitio web o confirmar una operación levantando el pulgar. Además, es un asistente para la cámara fotográfica o permite el reconocimiento facial estilo iPhone X.

Energizer Power Max

Siempre nos quejamos de las baterías, y este móvil ha venido a arreglar este problema, además de la mano de la marca de pilas más famosa del mundo (con permiso de nuestro querido conejito de Duracell). Tiene una batería de 18.000 mAh (los más grandes actuales se van en torno a los 4.800), y con esta batería prometen 90 horas de conversación ininterrumpida, o 50 días encendido en stand-by sin cargar. A cambio, el grosor es entre 4 y 5 veces el de los smartphones actuales, y pesa 450 g, y los que lo han probado dicen que el brazo duele tras 15 minutos de conversación. Eso sí, puede ser una herramienta súper útil para personas que tengan que estar varios días alejados de una toma eléctrica (montañeros, pescadores o marineros, militares…).

Vhoop

He dejado para el final el más llamativo (y mi preferido). Es un Hula hooop que pesa 1,6 kg porque en su interior tiene una serie de jorobas que ayudan a mejorar el contacto con la cadera, reduce el dolor, y además incorpora sensores porque este hula hoop ¡es inteligente!. Monitoriza cada uno de nuestros ejercicios, envía el uso a una app en nuestro smartphone, incluso se el pueden incorporar hasta 8 pesas adaptadas de 80 g cada una para incrementar el esfuerzo. Guarda un registro diario de nuestra actividad, e incluso hace un ranking global entre todos los usuarios. La primera persona del ranking es una coreana que lleva 30 días usándolo todos los días 30 minutos, y dice que ha perdido 8 kg. ¿Habremos encontrado por fin la piedra filosofal?

Xisco Luque, programador, experto en actualidad tecnológica de IB Magazine

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