Cualquier madre que lea este artículo sabe lo que supone un parto. La inteligencia innata del cuerpo hace que sepa crear un ser humano sin tener que pensar en nada y nueve meses después llega el momento de dar a luz. Dar a luz duele, y mucho, pero la madre está en uno de los momentos más sanos de su vida. No está enferma para nada, pero sufre mucho dolor. Es un claro ejemplo que dolor y enfermedad en muchos casos no tienen nada que ver.
Veamos un caso opuesto ¿Te acuerdas de Christopher Reeve? Fue el actor de Superman. En 1995 se cayó de su caballo y quedó parapléjico porque de destrozó la primera y la segunda vértebra cervical. Estaba parapléjico y justamente por eso no sentía nada. Su cuerpo no estaba en funcionamiento óptimo y no sintió ningún dolor.
En el caso de Reeve la interferencia fue mayor, hasta tal punto que al perder el cerebro el contacto por completo con el cuerpo sufrió degeneración acelerada. Ya no había ningún tipo de renovación celular en su cuerpo, por lo que su esperanza de vida se acortó considerablemente y murió a los 52 años. En condiciones normales tu cuerpo crea hasta 20 millones de células nuevas por segundo. Para que todo funcione bien es necesario que el cerebro pueda enviar y recibir mensajes del cuerpo sin interferencias, a través del sistema nervioso.
La paraplejia lo mantenía sentado en su silla de ruedas y su cuerpo ya no fabricaba células nuevas. Se le hizo una úlcera se infectó y luego tuvo una sepsis (un ataque descomunal del propio sistema inmunitario a la infección que, acaba afectando a los propios órganos y tejidos). Los médicos decidieron tratarle la infección con antibióticos, que le causaron una parada cardíaca que resultó fatal. Su médico personal, John McDonald, está convencido que Reeve se murió por una reacción adversa a la medicación, actualmente la primera causa de muerte en EEUU. Reeve no tenía dolor pero en 2004 murió.
La prevención es la clave para poder combatir enfermedades, aunque el dolor tiene una función fisiológica importante que hay que respetar. Sabemos, por ejemplo, que mujeres con partos naturales (las que más dolor sufren) suelen recuperarse más rápidamente y tienen la mejor calidad de leche materna, cuando las que dan a luz por cesárea suelen ser las que más suelen tardar en recuperarse y más problemas tienen para poder amamantar a sus hijos. El dolor tiene un rol importante en el cuerpo, limita los movimientos cuando estamos lesionados, forma parte de la respuesta regeneradora del cuerpo. Pero suele llegar tarde, porque en muchos casos, lo peligroso, no duele… hasta que es demasiado tarde.
Karel Deprez, quiropráctico
C/Font i Monteros,18. Palma
971 71 82 10
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
