‘Compromiso’ la nueva colección de joyas de Nicolás

compromiso Nicolas Joyero

MOD@ ON

Un San Valentín de joyas que enamoran

Como cada 14 de febrero, todos aquellos que han sido tocados por las flechas de Cupido no tienen excusa para regalar un inesperado ramo de flores o para darse un capricho en forma de joya. Son fechas en las que se disparan las ventas, por lo que de cada vez más, nos encontramos con estrategias y acciones publicitarias para conmemorar el día. Aunque para estrategia, la que lanzó en 1947 Frances Gerety con el slogan más famoso del siglo XX, para la firma De Beers: ‘A diamond is forever’ (Un diamante es para siempre). Sin duda, una máxima que define que detrás de una joya hay más de un valor.

¿Pero de dónde viene esta “amorosa” celebración?
De tradición anglosajona, se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX. Debemos remontarnos a 1840 cuando Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales de San Valentín, conocidas como valentines, con corazones o con la presencia de Cupido.

Sin embargo, existen varias teorías sobre el origen. En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación. Por otra parte, se considera que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba la adoración al dios del amor, cuyo nombre griego era Eros y a quien los romanos llamaban Cupido. En esta celebración se pedían los favores del dios a través de regalos u ofrendas para conseguir así encontrar al enamorado ideal.

¿Y qué tiene que ver Valentín en todo esto? Valentín era un sacerdote que durante la Roma de Claudio II en el siglo III, debido a la prohibición de celebración de matrimonios entre los jóvenes (ya que de esta manera servían al ejército), decidió hacer caso omiso a la normativa y celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. De ahí, se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados.

Y es que San Valentín, además de ser el mes del amor, es el segundo mes más popular después de diciembre a la hora de prometerse en matrimonio. Y justo el 14, se disparan la venta de anillos de compromiso.
¿Pero cuándo empezó a regalarse un anillo como señal de alianza? La tradición fue iniciada como tal por el archiduque Maximiliano de Austria en 1477, cuando le entregó a María Borgoña un anillo de oro con un diamante incrustado como muestra de su amor. Aunque si indagamos un poco más en la historia, en Egipto y Roma las mujeres ya portaban anillos regalo de sus esposos. Además, estas culturas creían que en el dedo anular de la mano izquierda existía una vena llamada vena amoris, la vena del amor, que corría directamente al corazón, por eso el anillo se colocaba originalmente en ese dedo.
Los anillos de compromiso suelen llevar un diamante, pero ¿por qué esta piedra? Regalar un anillo es un signo de confianza, compromiso y eternidad. Los diamantes son prácticamente indestructibles, duraderos, invencibles. Incluso la palabra diamante deriva de la palabra griega “adamas”, que significa invencible e irrompible.

Los diamantes presentan varios factores a considerar. Se caracterizan por su peso, pureza, color y talla de la piedra. El peso viene dado por el “quilate” que es 1/5 parte de un gramo. En cuanto al color, el diamante presenta varias escalas para clasificarlos y esto influye mucho en el precio de la piedra. Se extiende de la D a la Z, y va desde “sin color” (incoloro) a color amarillo claro. Lo ideal es escoger un diamante cuyo color esté comprendido entre « D » e « I ». También hay escalas de pureza: FL, IF, VVS1, VVS2, VS1, VS2, SI1, SI2, SI3, P1, P2, P3. Un diamante es considerado puro cuando el ojo de un experto no descubre ningún defecto con una lupa de 10 aumentos, pero son escasísimos estos ejemplares. Y finalmente está la talla, es decir la forma del diamante: brillante, princesa, pera, corazón, esmeralda, navé…muchas opciones a gusto del destinatario. El más popular es el circular, seguido por el corte princesa.

EL REY DE LOS DIAMANTES
Cuando hoy en día usamos la expresión “joyas de la corona” pensamos siempre las de Inglaterra pero a finales del siglo XVII esa colección apenas existía. El único conjunto de alhajas del mundo que pudiera merecer tal nombre era el reunido por Luis XIV.

Al heredar el trono en 1643 el Estado francés poseía un depósito de piedras preciosas apenas reseñable pero a finales de su reinado en 1715, era con diferencia la colección más rica de todo Occidente. Los diamantes resplandecían de los grandes eventos palaciegos y nadie antes había osado exhibir tantos sobre su persona como el Rey Sol.

Durante el reinado de Luis XIV la joyería ascendió al rango de las Bellas Artes. En algunos tratados renacentistas sobre piedras preciosas, aparece solo en el puesto decimoctavo, muy por debajo de rubíes y zafiros y por supuesto, de la gema que desplazó a todas en ese tiempo: la perla, símbolo de aquel periodo histórico.

Hasta el siglo XVIII prácticamente todos los diamantes en circulación en Europa procedían de la India. Los primeros diamantes no tenían gran calidad cuando llegaban a Occidente ya que en la India realizaban mínimas transformaciones sobre la piedra en bruto porque se valoraba más el tamaño que el brillo.

Al Rey Sol se le atribuye haber forjado el arquetipo de diamante espectacular, el tipo de solitario deslumbrante considerado ahora la perfecta alianza de compromiso. Deseaba que sus piedras resplandecieran y como consecuencia, se empezaron a retallar las gemas. Primera vez en la historia, el joyero se convirtió en joaillier, profesional que demostraba su arte en engastar las piedras. Tanto el brillo como el tallado y el encaste invisible se inventaron a la vez en París y la capital francesa se transformó en la única ciudad europea con pulidores y diseñadores capaces de poner en práctica las últimas tendencias. Los talladores experimentaban aumentando el número de facetas de las piedras y el brillo se convirtió en una obsesión real.

En menos de 50 años el rey Sol consiguió que el diamante dejará de ser una pieza casi insignificante para convertirse en lo que el joyero de la época, Robert de Berquen, llamaba <<el auténtico sol de las piedras preciosas>>. Eso sí, no faltó la codicia para la nueva piedra favorita, apareciendo los primeros timos por toda Europa desarrollándose una industria dedicada a crear imitaciones de diamantes mediante cristal de roca y vidrio. La producción de falsificaciones se incrementó de forma espectacular cuando la demanda de diamantes agotó las riquezas de las minas indias. A partir del siglo XVIII, las gemas empezaron a llegar de las excavaciones recién abiertas en Brasil.

Pero sin ninguna duda, los diamantes constituyeron la parte de la fortuna que el rey más preciaba. Incluso se hizo fabricar el traje más extraordinario jamás visto en Europa. Su conjunto estaba cubierto por completo con sus diamantes, llegando sus contemporáneos a afirmar que parecía encontrarse rodeado de luz. Brillaba cada centímetro del Rey Sol.

En un acto, apareció con su preciado diamante azul colgado alrededor de su cuello y con todo su cuerpo cubierto por la colección completa de joyas reales. Según informaron los cronistas oficiales el traje resultaba tan pesado que el soberano tuvo que marcharse precipitadamente después de la cena para quitárselo. Solo en los 123 botones de su ropón el Rey Sol llevaba al menos 1500 quilates de diamantes.

luis xiv joyasNingún otro gobernante ha igualado nunca la cantidad de quilates portada por Luis XIV. Sobre aquella recepción el duque de Saint-Simon señaló que el Rey estaba tan atestado de diamantes que se hundía bajo su peso.

 

Debido a la pasión del rey por el brillo, a finales del siglo XVII los diamantes se incorporaron a las prendas de ropa como no se hizo ningún otro momento.
(DEJEAN, Joan, La esencia del estilo, Editorial Nerea, Donostia-San Sebastián, 2008.)

La MOD@ en cifras

– La alta joyería está solo al alcance de unos pocos, pero mueve muchísimo dinero. Por ejemplo, en solo dos días de 2017, San Valentín y el Día de la Madre, los estadounidenses gastaron cerca de 10.000 millones de dólares.
– Se calcula que en todo el mundo se extrae cada año de las entrañas del planeta unos 90 millones de quilates en diamantes en bruto y unas 1.600 toneladas de oro que generan unos beneficios de alrededor de 240.000 millones de euros.
– Por lo que respecta a los trabajadores, cerca de 40 millones de personas trabajan en minas artesanales por el mundo de las que se extrae el 20% de todo el oro que luego se comercializa.
– Existen 13 compañías que representan mercados de todo el mundo y que, juntas, ingresan alrededor de 30.000 millones de dólares anuales. Entre estas firmas figuran las conocidas Tiffany and Co. de Estados Unidos, Boodles de Reino Unido, Bulgari de Italia, Cartier de Francia, Chopard y Rolex de Suiza, Pandora de Dinamarca, Christ de Alemania.
– Alrededor de unas seis millones de parejas se comprometen el 14 de febrero, aunque hay que decir que 1 de cada 5 propuestas son rechazadas.
– A día de hoy el 78% de los anillos de compromiso son de diamantes.
– El anillo de compromiso más caro del mundo es el De Beers Platinum, pesa 9 quilates y cuesta alrededor de 2 millones de dólares.
– El diamante de un anillo promedio pesa aproximadamente 0.37 quilates.
– La palabra quilates se deriva del intrigante algarrobo, del cual las semillas fueron usadas en el pasado como un estándar para pesar piedras preciosas. Todas esas semillas tienen prácticamente el mismo peso (0.197 gramos en promedio): por lo tanto, 1 quilate se asemeja a 0.2 gramos.
– Los diamantes naturales más recientes tienen al menos 900 millones de años. Esto significa que el diamante procesado en tu joya favorita es más antiguo que los dinosaurios.
– Hace unos días la empresa británica Gem Diamonds anunció el hallazgo en Lesoto de un diamante de excepcional calidad de 910 quilates, que lo sitúa como la quinta gema de calidad más grande del mundo.
– El diamante Cullinan fue encontrado por Frederick Wells en Sudáfrica, en la mina Premier, en 1905, y se convirtió en el más grande de todos los tiempos. Pesaba nada menos que 3106 quilates. Y medía cerca de 12 centímetros. Fue entregado a Eduardo VII, quien ordenó tallarlo en nueve gemas, que ahora lucen en varias joyas de la Corona británica.
– Recientemente se ha vuelto muy popular comprar joyas con diamantes de colores. ¿Sabías que el rojo es el color más raro para un diamante? ¡Y por eso es el más caro! Un ejemplo perfecto es el diamante Moussaieff rojo de 5,11 quilates que se vendió en una subasta por 8 millones de dólares.

MOD@ OFF
¿Habéis oído hablar alguna vez de…? La FERRONIÈRE

belle ferroniere
La belle ferronière

 

Joya de adorno para el pelo en forma de colgante que se dejaba caer por la frente, sujetándolo mediante un cordoncillo que se ponía por la cabeza. De origen oriental, estuvo muy de moda en la Europa del Renacimiento, tomando el nombre del cuadro La Belle Ferronière pintado por Leonardo Da Vinci. Más tarde en el siglo XIX volvió a estar en boga desde finales de la década de 1820 hasta principios de 1840, ya que se consideraba que realzaba una frente alta.

 

 

La noticia de la semana:

Nicolás Joyeros, el arte de fabricar emociones

Nicolás Joyeros es el legado de la joyería familiar mallorquina, creada en el año 1925, por Nicolás Pomar Pomar. Joyeros artesanos que desde hace más de 90 años, elaboran pequeñas obras de arte de gran calidad y belleza. Pero ¿cómo empezó todo? A los 14 años, Nicolás comenzó como aprendiz de engastador de joyas en un taller de Palma. Un poco más tarde, viajó a Barcelona para continuar sus estudios y profesionalizarse en el estilo moderno de engastado, en el taller de Más Riera y Carreras. Cuando instaló el taller en Palma, se especializó en el engastado de estilo Isabelino. ¡Le enamoró tanto esta profesión que fue la que ejerció a lo largo de su vida!

Nicolas Pomar
Nicolás Pomar en ib magazine (canal 4 radio)

Años más tarde, Andrea empezó a trabajar con su padre -su maestro-, de engastador, a la vez que se especializó en el diseño de joyas.
 En 1958, montaron su primer negocio detallista, un taller de joyería con exposición de las piezas que fabricaban. Al estar situados en un primer piso, la sala de exposición de joyas era a la vez la sala de espera de un salón de una peluquería de señoras.

Resultó ser una combinación y una fórmula ideal para dar a conocer los diseños de joyería. En 1962, abrieron el primer negocio en la Avda. Antonio Maura, al que se incorporaron dos hermanos más y en los años noventa, tras realizar los estudios en la Escuela de Artes y Oficios La Llotja de Barcelona y en el taller del renombrado joyero alemán Jochen Pohl, los hijos se sumaron al desarrollo del negocio.A día de hoy, continúan trabajando en la línea de diseño y fabricación de joyas propias y en el rediseño de antiguas (encargos muy especiales, donde disfrutan con el placer de reconvertir una joya en otra). De esta manera, presentan una selección de piezas únicas, piezas de joyería que se realizan en sus talleres bajo su propia firma: “Nicolás Joyeros”.

Nicolás joyeros, presenta en mod@ on su última Colección Compromiso Nicolás: una colección que simboliza y sella el amor hacia las piedras preciosas.

nicolas joyas
Cada pieza, un encargo único

La colección Compromiso Nicolás es un homenaje a las novias de hoy en día, a las novias exigentes y especiales que buscan piezas únicas. Se compone de piezas en las que el oro blanco, rosa y amarillo y los diamantes, en todas sus tallas y facetas, completan joyas únicas de delicadeza eterna.

 

Una pieza de la colección compromiso respira alta joyería: está creada a medida para cada novia, esconde un proceso de creación minucioso y lleva inscrito el nombre de una familia de joyeros artesanos. Una propuesta en la que la tradición de la auténtica joyería y las piezas extraordinarias se encuentran. Expertos en el arte de la exclusividad, conciben cada pieza como un encargo único, en el que junto al novio, escogen con delicadeza la pieza especial para su enlace de forma que se adaptan a todos los presupuestos.

nicolas joyeros piezas
Nicolás asegura sentirse más creativo en esta etapa de la vida

Joyas hechas a medida: sus artesanos destacan por saber conjugar a la perfección el diseño y la elegancia de las piezas de joyería con el estilo y espíritu moderno actual.
Además, a todas las parejas que deciden dar el sí quiero con Nicolás Joyeros se les obsequia con una pieza diseñada por la firma de cerámica Vimbi Vimbi para Nicolás Joyeros; un plato anillero de edición limitada, un obsequio que reúne y ensalza los valores de tradición de la firma joyera con la artesanía local.

Nicolas Pomar junto a Carme Coll y Carlos Durán
Nicolás Pomar entrevistado en ib magazine por Carme Coll y Carlos Durán

Carme Coll, experta en moda